ARIS – Asociación para el Replanteamiento Integral de la Salud
FEMAD – Federación Malagueña de Asociaciones de Drogodependencia
Como es ya costumbre, al hilo de este señalado día, las entidades ARIS y FEMAD queremos reflexionar sobre algunos aspectos de esta prolongada anomalía llamada SIDA:
Tenemos que celebrar hoy que cada día que pasa cada vez más gente cuestione la información recibida de los medios de comunicación, o mass media. Es lamentable y vergonzoso comprobar cómo los medios de comunicación han perdido totalmente su función tradicional, al servicio del interés general, de contrastar cualquier información recibida, de cuestionar la legitimidad y fiabilidad de las fuentes, y de contrarrestar y confrontar el poder de los estados y de las multinacionales, de la industria y del mercado si fuera necesario. Es un insulto ver cómo intentan condicionar la opinión pública insistiendo y martilleando la línea editorial marcada por sus dueños en su propio interés.
Ya
sea el COVID, el conflicto geopolítico de Ucrania, el genocidio de los
palestinos o, en el caso que nos ocupa hoy, ese fenómeno conocido como
SIDA, la estrategia aplicada es siempre la misma: argumentos ad personam
contra las voces críticas, negación de su autoridad y legitimidad,
expulsión del debate público, persecución y destrucción de sus carreras
profesionales, imposibilidad de publicar en prensa y boletines
especializados, cancelación de eventos en los que éstos puedan
participar, censura en los mass media, financiación de grupos de acción
para contrarrestar y eliminar la contrainformación en las redes
sociales, y mucho más!
Este
ha sido el panorama, durante las más de 4 décadas que lleva el fenómeno
del SIDA dando vueltas, del tratamiento que se les ha dado a los
científicos, médicos, periodistas y otros profesionales, que se
atrevieron a hablar, investigar, escribir, publicar y plantear una
explicación alternativa a la crisis sanitaria de los ’80.
Precisamente
hoy, que ya conocemos bastante más de la podredumbre dentro del
periodismo, queremos hacer un merecidísimo homenaje y reconocimiento a
la labor y profesionalidad demostrada por periodistas de verdad como
Joan Shenton, Neville Hodgkinson y Celia Farber, por su valentía, su
ética, su compromiso con la verdad y su determinación en poner al
descubierto el inmenso fiasco, la corrupción científica, los conflictos
de interés y la más absoluta ausencia de ética profesional en todo lo
que rodea a la errática –pero lucrativa para algunos– teoría oficial del
SIDA.
Hay
que destacar, en honor a la verdad, que todo lo ocurrido –y lo que
sigue ocurriendo– en torno al SIDA, ha sido –y sigue siendo– posible
sólo gracias a la colaboración necesaria y cómplice de los medios de
comunicación. Su contribución ha sido –y es– fundamental en la
propagación de la mentira, el miedo y el escándalo del SIDA.
Es
por todo ello que manifestamos que los medios de comunicación hace
tiempo que dejaron de operar en el interés general. Esto es un hecho
comprobable, hoy más que nunca. Así que es hora ya de que busquemos
nuestros propios recursos de información fiables, nuestras propias
fuentes, lejos de las nauseabundas cloacas que hoy representan los
medios de comunicación.
Si
la historia del SIDA hubiera sido contada por los medios de una forma
diferente, de forma honesta, hace décadas que ya habríamos aprendido lo
que hubiéramos tenido que aprender y hubiéramos pasado la página de este
nefasto y maquiavélico capítulo, ahorrándonos miles de muertes
prematuras innecesarias y una cantidad inmensa de sufrimiento.