Nunca me gustó la figura del arrepentido, pero este no tiene precio, o sí. Supongo que el hecho de que el Dr. Virapen nos cuente su historia criminal sólo ha sido posible a partir de que primero se enriqueció suficientemente trabajando para la Farmaindustria que ahora denuncia, lo cual no le deja en una posición muy gloriosa, ya que -como él mismo nos dice- fue parte activa de esa máquina criminal diabólica, la FARMAINDUSTRIA, generando muchas muertes, muchos crímenes.
Pero como en cualquier otro caso, también es humano arrepentirse, además dicen que es de sabios rectificar, entonces, si el arrepentimiento del Dr. Virapen es verdadero, tiene una forma muy valiente y valiosa de mostrar su arrepentimiento, por todo lo que contribuye para el desmontaje y desenmascaramiento de este perverso negocio en el que se han convertido los sistemas sanitarios públicos -otrora un derecho conquistado por el pueblo cuando aún existía honestidad, honradez y dignidad en la comunidad científica-, lo cual le deja en una mejor posición ética, a pesar de lo hecho y de lo vivido; pero además no debemos olvidar que le está reportando importantes dividendos la venta del libro en el que nos cuenta la historia, lo que vuelve a situarle en una posición nada respetable, ya que después de haber causado tantos muertos, no es admisible, desde ningún punto de vista, que ahora, encima, gane dinero contándolo.
La única acción de verdadero arrepentimiento que le salvaría de su pasado es que lo contara sin lucrarse por ello, es lo mínimo que le debe a las personas que murieron por su trabajo, es decir, a las que él asesinó en algún grado.
No queda mucho más que decir de una persona de estas características. Pasará como un miserable más de tantos, que, como muchos de su calaña, por haber mordido la mano que le da -o le dio- de comer, acaban muriendo en accidentes de muy diversa naturaleza o simplemente en extrañas circunstancias.
Aún así, con todo ello, bienvenidos sean pues todos los médicos arrepentidos que en algún grado hayan contribuido a perjudicar la salud de las personas del mundo, que terminen su actividad criminal y que salgan y den la cara.
A todos ellos: hágannos a todas un favor: ¡dejen en paz nuestra salud y no nos quieran cuidar tanto!
"El Dr. John Virapen y su paso por el infierno
Trabajó 35 años de su vida en la industria farmacéutica y ahora fuera del negocio sucio se decidió a hablar, a contarnos la verdad que se esconde tras esa verdadera mafia.
Bienvenidos a una verdad que la farmafia y los gobiernos se empeñan en escondernos, a nosotros, los consumidores, los mismos que sufrimos sus consecuencias, intoxicación, degeneración y muerte."
ver video
http://john-virapen.com/en/about-john.html
Este espacio está dedicado a crear conciencia de la necesidad de autogestionarse la salud, como la respuesta más digna y acertada de hacer frente a la industria y al mercadeo actual que se hace con la enfermedad y la salud, con los enfermos y con los sanos, dominada por las multinacionales farmacéuticas, apoyada por los colegios de médicos y otros profesionales, y fomentada por las organizaciones internacionales y los gobiernos de cada nación. No hay otra salida: Autogestión de la Salud.
sábado, 26 de junio de 2010
No se fíe de lo que le diga su médico: habla el Dr. John R. Virapen
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